En la municipalidad de Soledad, Atlántico, se está viviendo una aguda crisis educativa de proporciones preocupantes. Uno de los colegios construidos con fondos públicos, que en principio estuvo en concesión al Minuto de Dios y ahora es administrado por la Universidad Reformada, se encuentra en un verdadero estado caos administrativo.
Según fuentes creíbles, el horario académico ha sido recortado y los viernes, por lo general, los alumnos no reciben clases. La situación se agravó aún más ayer viernes 12 de abril, cuando por falta de pago el suministro de agua en la institución, le fue suspendido. Esta situación impidió que los alumnos asistieran a clases debido al estado lamentables de las instalaciones sanitarias. Razón bien válida para que los directivos tomaran la decisión de autorizar operaciones académicas de manera virtual desde sus hogares.
Por otra parte, los docentes de la institución están enfrentando una realidad terrible: desde que iniciaron clases no han recibido sus salarios. Muy a pesar de su dedicación y trabajo, no han visto reflejado en sus cuentas la remuneración correspondiente a su misión de enseñanza.
Teniendo en cuenta que el municipio de Soledad no tiene injerencia directa sobre la gestión de la Institución Educativa Rafael U. Lafaurie, por cuanto está en concesión, se evidencia la necesidad de que la municipalidad retome la nómina docente, la administración y la incorporación de la planta física y se haga cargo de la institución anexada para dar soluciones inmediatas a la grave crisis que afecta a profesores y estudiantes.
Por todos es sabido, que la educación es un derecho fundamental. Es mandatorio que se tomen medidas urgentes para resolver esta crisis. Esta situación va más allá de la necesidad urgente de abordar los problemas en el sistema educativo y garantizar que los niños reciban una educación de calidad, y que los docentes sean compensados por su trabajo con justicia. .