La Semana Mayor tiene varios días en los que se realizan varias actividades. Los días Lunes, martes y miércoles Santo son días de confesiones para prepararnos al Triduo Pascual. Triduo por que celebramos durante tres días: jueves, viernes y sábado en la noche.
El Jueves Santo tiene especial evocación porque conmemoramos la Institución de la Eucaristía y el mandamiento del amor que todo ello hace referencia al sacerdocio de Cristo en la Misa Vespertina de la Cena del Señor. Los signos son: el Lavatorio de los pies, la procesión con el Santísimo Sacramento y Adoración de la Eucaristía, con sus hermosos arreglos florales y luces multicolores.
Así las cosas, el Jueves Santo es uno de los días más importantes de la semana, pues comienza el Triduo Pascual, lo que significa el período en que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Ese día ocurrieron algunos de los eventos más importantes que se registran en la Biblia, como lo es la última cena, que fue la constitución de la eucaristía, el sacerdocio y el lavado de los pies.
El Viernes Santo no hay misa. Se Conmemora solemnemente el Sacrificio Redentor de Jesucristo mediante su muerte en la Cruz. La exaltación se inicia en silencio, estando el altar desnudo sin candelabros ni manteles. Se hacen las lecturas sobre la Pasión y la predicación correspondiente. Después sigue la Adoración de la Cruz y la Sagrada Comunión. No hay rito de iniciación ni bendición final porque es el segundo paso de la celebración que se inició el Jueves Santo. También hay otro signo muy valioso y es el Viacrucis que los fieles realizan por las principales calles de su comunidad.
El Sábado Santo en la mañana la Iglesia permanece en espera de la resurrección en actitud de oración, meditando la pasión y muerte. La Virgen María es imagen de la Iglesia que espera la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado. Hay celebraciones marianas. En la Arquidiócesis de jóvenes peregrinan en forma virtual hacia el santuario de La Virgen de Chiquinquirá, también conocida como “la patrona de Colombia”, es una de las advocaciones con las que se venera a la Virgen María.
La celebración de la noche se llama Vigilia Pascual y comienza con las luces apagadas, la bendición del fuego, la procesión del cirio y las 14 lecturas. Luego sigue el signo del agua, mediante la bendición de la fuente Bautismal y la aspersión con agua bendita al pueblo y bautizos si los hay.
La celebración finaliza con la Eucaristía. Y hay otro signo y es la decoración de la Iglesia llena de flores y adornada con todo el sentido de fiesta. Por eso se le llama Pascua Florida y agréguele otro signo y es la gran alegría de la gente que no se quiere ir de la Iglesia. Como si el “pueden ir en paz” no se oyera. Es la alegría de la resurrección de Jesus de Nazaret.