El empresario Eduardo Enrique Dávila Armenta habría financiado una red sicarial que acabó con la vida del juez.
Este señor, presunto determinador del crimen del juez penal especializado de Santa Marta, Javier Alfredo Cotes Laurens, ocurrido en diciembre de 2001, fue acusado por la Fiscalía por el delito de homicidio agravado.
Segun la investigación, Dávila Armenta, a cambio de favores y supuestos servicios de seguridad, habría financiado una red sicarial conocida como ‘Los Chamizos’, que estaba al servicio del entonces jefe paramilitar de la Sierra Nevada de Santa Marta, Hernán Giraldo Serna, y un clan familiar conocido como ‘Los Rojas’.
En medio de esta alianza, conforme a la información entregada por la Fiscalía, Dávila Armenta pidió a esta organización criminal asesinar al funcionario judicial que, en la década de los noventa, lo condenó a 10 años de prisión por tráfico de estupefacientes y que le aplicó extinción de dominio a una de sus propiedades, ubicada en Bahía Concha.
El ente acusador añade que uno de los integrantes de ‘Los Chamizos’ llegó hasta la casa del juez especializado, en el barrio Santa Elena de Santa Marta, y le disparó en varias ocasiones hasta causarle la muerte.