EN EL RIO GAIRA ESTUDIANTES DE SANTA MARTA EXPONEN SUS VIDAS PARA ASISTIR A CLASES.

Desde la alcaldía de Santa Marta se anunció la construcción de un puente para la comunidad indígena Naara Kajmanta, asentada en la vereda de Puerto Mosquito. El peligro inmenente que viven los estudiantes al cruzar el río Gaira no da mas espera.

La comunidad denunció que pasados varios meses, la administración distrital no solo ha faltado a su promesa sino, lo que aun es peor, ni siquiera han realizado los estudios pertinentes para la construcción de la infraestructura que tanta urgencia demanda ya que a diario centenares de estudiantes exponen sus vidas.

Cada mañana para asistir a clases los niños y jóvenes tienen que atravesar el río Gaira mediante una polea improvisada siendo esto una situación altamente riesgosa que al mínimo error podría causar una tragedia de incalculables proporciones, ante conocimiento de la Alcaldía Distrital.

Hace 10 meses esta situación estuvo en el ojo del huracán a nivel nacional que ante la presión que generó esta problemática, la alcaldía al mando de Virna Johnson generó un parte de tranquilidad en la comunidad afectada, que más tarde se convertirían en simples «pañitos de agua tibia», porque las promesas hechas nunca se cumplieron y los alumnos siguen arriesgando su vida e incluso en temporadas de lluvia cuando la creciente del río aumenta.

Diariamente días los estudiantes atraviesan el Río Gaira a través de una polea artesanal

Para junio del año pasado desde la alcaldia distrital se prometió que con la Gobernación del Magdalena estudiarian la forma de acelerar la construcción del puente «Estamos actuando de manera inmediata, con el gobernador estuvimos conversando de tal forma que hoy no solo irá el personal de la Alcaldía, sino también la Secretaría de Infraestructura Departamental, que se unirán para solucionar de manera rápida este inconveniente» enfatizó.

Efectivamente el día 16 de junio funcionarios de dicha dependencia se dirigieron a la zona, la inspección técnica fue realizada por parte de ingenieros y arquitectos del Distrito quienes estudiaron el perímetro y el sitio exacto en donde se ejecutaría la obra de infraestructura que beneficiaria de 150 a 170 familias que viven en este sector de la ciudad. Desde entonces, nada ha pasado, todo quedó en palabras.