Sobre las aguas que inundan las salas de llegadas de vuelos, las autoridades dan una versión de lo sucedido en el aeropuerto, mientras que los pasajeros la desmienten y muestran algo diferente. Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, denunció en su cuenta de Twitter la situación vivida en el Cortissoz y aseguró que es la segunda vez que se encuentra con una situación similar en menos de dos semanas.
La situación crítica quedó evidenciada la tarde del pasado sábado el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz ubicado Soledad y que hace parte del área metropolitana de Barranquilla, el cual se inundó en medio del aguacero caído. Es fácil observar en las redes sociales los videos donde se evidencia la inundación sufrida en la terminal aérea.
Se trata de una «megaobra» de «modernización» del aeropuerto Ernesto Cortissoz, que a la fecha está sin entregar y que hace rato debió haberse hecho. Es de recordar que esta problemática ya se ha repetido y en años anteriores se presentó y por lo visto no ha sido corregido.
Frente a esta situación quedan muchos interrogantes, entre ellos; ¿A dónde fueron a parar los miles de millones de pesos destinados para la remodelación de esta terminal aérea?
En esta obra el Estado ha invertido más de 600 mil millones de pesos, sin embargo, se siguen presentando fallas gravísimas con inundación en la sala de arribo de los vuelos internacionales, lo cual además de causar incomodidad a los usuarios, representa un riesgo y queda por fuera de lo normado y regulado por la Aerocivil.
“Además el aeropuerto tiene muchas deficiencias como la falta de asientos suficientes en la sala de espera de vuelos internacionales. En el muelle internacional hay una sola cafetería con precios excesivos. Migración se colapsa por falta de personal y sistema biométrico y en la zona de maletas hay que sortear los charcos de agua que se forman con la filtración de agua”, dijo Wilson Castañeda.
Por su parte, el concesionario del Cortissoz en un breve comunicado, señaló que «debido a un movimiento involuntario de una pasajera el cual provocó la fractura de un fluxómetro en uno de los sanitarios del baño del muelle internacional se produjo un escape de agua en el área. La novedad fue atendida inmediatamente y superada satisfactoriamente»
Sobre las demoras en las obras de remodelación, a pesar de que el delegado para la infraestructura de La Contraloría identificara ocho riesgos en una auditoría realizada no ha habido sanción, en el marco de una vigilancia especial que desarrolló en septiembre del año anterior.
La única sanción ha sido impuesta por la ANI en enero de este año imponiendo una multa de 3.000 millones de pesos por el retraso en las obras que iniciaron hace siete años. A inicios de año el presidente Iván Duque aseguró que las obras tenían un avance del 98% de ejecución, sin embargo éstas no han sido entregadas.