AMENAZAN A PERIODISTA CARTAGENERA DESPUES DE ROBAR SU IPHONE Y OTRO ANDROID EN UN HOTEL DE BARRANQUILLA.

La periodista cartagenera Rosmaira Ruiz nunca pensó que quitarle los ojos por unos segundos a su cartera le iban a costar la zozobra e incertidumbre que vive en estos momentos, porque los que le robaron los celulares ahora la está amenazando.

“Los hechos sucedieron el viernes 10 de junio a las 7:30 de la noche. Me encontraba hospedada en el Hotel El Prado y, además, lo contratamos como organización para la empresa que trabajo y nos encontrábamos haciendo un evento muy importante de la empresa. Cuando finaliza el evento, en un salón que estaba para 500 personas, habían quedado alrededor de unas 15 o 10 personas, quienes estaban muy distantes de donde yo estaba. Yo estaba en la primera fila y me dirigí a entrevistar a la conferencista internacional que ese día trajimos como invitada a nuestro evento de rendición de cuenta”, narró la comunicadora social oriunda de Cartagena.

Añadió que “mientras la estoy entrevistando, siempre estuve sentada en la primera fila y mi cartera estaba ahí, un bolsito pequeñito que yo tenía con todas mis pertenecías. Estoy entrevistando y a los dos segundos que volteo, porque estaba pendiente de mi cartera, ya no estaba. La cartera había desaparecido, nadie vio nada. Inmediatamente, con unos colegas de Barranquilla, me prestaron su vehículo rastreando el GPS de uno de los celulares, que fue el Android, para poder revisar y saber dónde estaban. Vimos que pasaron por Parque Central, llegaron al Centro de Barranquilla. Ahí en el Centro en calle 32 con la 46, más o menos, nos llegaron unos motorizados y les pedí apoyo. Y empezamos a hacer una búsqueda”.

“Me sentí impotente porque ellos, el acompañamiento que me hicieron fue estar al lado mío. Yo quería que ellos hablaran con la gente, que indagaran que hicieran su labor. Sin embargo, dimos vueltas y me digo a ¿a quién buscamos? Regresemos porque no tenemos a quien buscar”, narró.

“Les pedí que me llevaran a la URI de la Fiscalía allí en Barranquilla para poner la denuncia y cuando llegamos el vigilante no me deja entrar y me dice que solamente reciben denuncias de capturados. Me parece insólito e inaudito. Me dijo háganlo virtual”, indicó.

Manifestó que cuando regresó al hotel en busca de otras pistas, “le exijo al jefe de seguridad que me muestre las cámaras. Me dice que en el salón donde fue el evento no hay cámaras. Le pregunto qué porqué no tienen cámaras allí y me responde que es por un tema de tratamiento de datos personales, que yo no entiendo. Le pregunto por las cámaras que están afuera y me dice que los pendones que estaban puestos en los salones tapaban esas cámaras. No me da la información, no me permite ver. Le digo que, si la Policía puede ver con él las cámaras, me dice que tienen que tener una orden judicial. Le pregunto que, si yo puedo verlas, me responde que tiene que tener la autorización de la gerencia y que el gerente a esa hora, las 12:00 de la noche, no está”.

“Al día siguiente, al mediodía es cuando deciden entregarme un video, donde hay una actitud sospechosa de una persona que sale del salón corriendo como cuando alguien se roba algo”, añadió.

Indicó que ese sábado, “cuando ya puedo recuperar mi simcard, la pongo en un teléfono provisional, me empiezan a ingresar llamadas de Estados Unidos diciendo que era un asesor de Apple y que si yo quería recuperar el teléfono tenía que ingresar un código en un link que me habían mandado a través del WhatsApp. Les digo que no voy a entrar a ningún link, que solo lo haría presencialmente y que me dijeran a dónde podría ir a recoger el teléfono. Ellos decían que era una agencia. Tenían dos versiones: el asesor que me llamó y por el chat se hacían pasar por una agencia y que me iban a devolver el celular”.

“Antes de colgar les digo que eso lo voy a denunciar ante las autoridades, entonces me empiezan a amenazar para que yo borre el iPhone. Pero posteriormente descubrí que ellos tenían la información desde el mismo día a las 11:00 de la noche. Solo les tomó dos horas, desde el hurto de los teléfonos, para poder ingresar a mi Facebook, cambiar mis contraseñas de los correos electrónicos, al ICloud de Apple, para desvincular el móvil y poder robarse toda la información. Me dejaron en blanco el Google Drive. Absolutamente todo se lo llevaron, todo el material que he reunido a lo largo de mi experiencia profesional como periodista, que es de más de 12 años, y toda mi documentación personal. Ellos hoy tienen acceso a registros de contactos, direcciones de residencias, a certificados bancarios, tienen acceso a toda la información que yo tenía en ambas nubes”, dice preocupada.

“Desafortunadamente ese día me ganaron, porque entré en el juego de ellos. Y me dejé distraer por ellos. Me incitaban a través de unas llamadas que me estaban haciendo, que me ponían mensajes de que me iban a entregar el celular, que lo iban a entregar, que tenían miedo, que si les echaba la policía y todo ese tiempo lo aprovecharon para hacer toda su fechoría cibernética. Ese fue mi error y digamos que se salieron con la suya”, dijo.

Afirmó que “con la Fiscalía no pasó nada durante todo el fin de semana. A raíz de la denuncia en algunos medios de comunicación, sólo hasta ayer en la noche recibo que me asignan un número radicado y apenas este martes van a hacer el proceso de asignar un fiscal y posteriormente viene la ampliación de denuncia y el aporte de todas las evidencias. Fijate que tiene uno que presionar para que funcionen las cosas”.

“El hotel no se pronuncia. Seis millones de pesos perdí en el iPhone, más el Android que es empresarial, con toda la información de la empresa; el hotel no se manifiesta, no me dicen nada, mi información está perdida y todavía es la hora y las autoridades y no empiezan a buscar a esta persona que está en el video que aportó el hotel, porque todavía no se ha hecho la ampliación de la denuncia. Todo está en espera, en espera, en espera”, dice desilusionada