Con el paso a segunda vuelta presidencial de Rodolfo Hernández, que fue para muchos una sorpresa electoral que provocó sensaciones variadas. En varios sectores desató el júbilo y a otros puso a sacar la calculadora. El crecimiento galopante del ingeniero bumangués cambio el firmamento electoral.
La personalidad y discurso del exalcalde de Bucaramanga es tan fogoso que así como gusta mucho en los barrios, pueblos y veredas, también opacó a quien es su fórmula vicepresidencial, Marelen Castillo. La que hasta después de su triunfo electoral muchos conocieron y hoy muchos se preguntan: ¿quién es Marelen Castillo?
Nacida en Cali, Valle del Cauca, hace 53 años. Es ingeniera industrial de la Universidad Autónoma de Occidente; y magíster en Administración y Gestión de Empresas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Además, es licenciada en Biología y Química de la Universidad Santiago de Cali. Tiene una maestría en Ingeniería Industrial de la Universidad Autónoma de Occidente y es doctora en educación de la Universidad de Nova Southeastern de la Florida, Estados Unidos.
Terminó el bachillerato en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Cali, colegio en el que comenzó a dictar clases mientras estudiaba su primera carrera profesional en la Universidad Santiago de Cali. En esa institución fue profesora por 11 años.
Ha dedicado gran parte de su vida a la academia. En el 2011 asumió como rectora de la Uniminuto Virtual y a Distancia, cargo en el que logró poner en marcha algunos convenios con universidades del exterior y alcanzar la certificación de 35 programas.
En esa universidad tuvo una gran evolución. Ocupó cargos como la rectoría virtual de la universidad, ocupó la vicerrectoría académica, fue investigadora y finalmente fue directora de iniciativas estratégicas hasta que el candidato Hernández le propuso ser su fórmula vicepresidencial.
Castillo es autora y coautora de varios artículos y textos relacionados con temas de educación virtual y a distancia, así como ambientes de aprendizaje. La ingeniera aterrizó a la contienda electoral en marzo luego de que la periodista Paola Ochoa, quien había aceptado ser la fórmula de Hernández, renunciara a su aspiración.
El ingeniero y la docente representan el movimiento Liga de Gobernadores Anticorrupción y una de las banderas que más resaltan es la de luchar contra la corrupción ante un eventual Gobierno. Su nombramiento va en sintonía con ese discurso, pues fue una de las candidatas a la Vicepresidencia que no tenía un caudal electoral ni una carrera política detrás.
¿Íngrid podría opacarla?
La figura femenina y política, popularidad e historial divisorio que tiene Betancourt puede representar un riesgo de eclipse para Marelen Castillo. Sin embargo, la caleña expresa: “Estaba pendiente de tomar la decisión y como hemos manifestado en todos los escenarios todos son bienvenidos, todos los que quieren venir a trabajar, a unirse a la campaña son bienvenidos, porque en nuestro proyecto de Gobierno es para todos los colombianos”.
Y agregó en cuanto a lo que pueda sumar: “Me imagino que venían todos estos análisis estratégicos antes de tomar la decisión, yo participé, sabía de las conversaciones que venían adelantando, pero siempre para la toma de una decisión se deben realizar los análisis pertinentes, tomaron la decisión y miraron cuales eran las ventajas y las desventajas para llegar a este momento”.
¿Qué tiene pensado hacer desde la Vicepresidencia?
Marelen Castillo indicó que desde el primer día como vicepresidenta combatirá la corrupción y así tener recursos para poder hacer inversión. “El ingeniero presentó a la comunidad sus cinco proyectos, cinco decretos que muestran ya una intención de cambio, para llegar a la acción pese la intención de lo que se va a hacer, donde se demuestra que haciendo ahorros vamos a tener recursos para poder invertir”.
Y añadió: “Estas iniciativas tendrán que llegar más allá de la Presidencia, tendrán que pasar por los órganos de Gobierno que requieren para tener su autorización, unos dependen directamente del presidente, otros tendrán que seguir su curso para lograrse, pero aquí ya hay una intención y eso es muy importante, ya está decretada la intención de casos, de cómo se pueden hacer ahorros y esos ahorros se pueden invertir. Inicialmente en nuestros jóvenes que están endeudados, posteriormente esos ahorros para poder cumplir con nuestro programa de Gobierno que se convertirá en nuestro Plan Nacional de Desarrollo”.
Castillo recalcó que seguirá haciendo pedagogía y no política. “A mí me invitan a dar discursos políticos y yo no sé hacer eso, lo que yo hago es pedagogía, yo le voy contando a la gente que hay una propuesta nueva, en muchas estrategias, pero lo más importante es que tenemos que desaprender para volver a aprender”.
Y concluyó: “Tenemos una cultura de corrupción que nos ha hecho mucho daño a los colombianos y ahí se toca desaprender, ese desaprender es cambiar esa cultura y eso lo hacemos con educación, para volver a aprender hay que gobernar con ética, con responsabilidad social, la responsabilidad que tiene el Gobierno es más grande, administra los recursos de los colombianos”.
La docente expresó que: “Hay que ayudar a que este país desaprenda esos malos hábitos para la gestión del país y logre aprender una propuesta totalmente diferente, donde el colombiano valga como tal, lo que hacemos, que nuestros recursos sean respetados y tengan una verdadera inversión en la necesidad del país.
Lo que se viene para Castillo de cara al 19 de junio serán conversaciones en todo el país en las casas rodolfistas. “Ha sido un éxito las caravanas por Colombia, ellos mismos las organizan, la campaña es una muestra de todos los colombianos que nos siguen”, expuso.
Si Hernández gana la segunda vuelta, obtiene de manera inmediata el fuero presidencial, lo que implica que no puede ser procesado por la Fiscalía y juzgado por los despachos judiciales. Por consiguiente su expediente deberá pasar inmediatamente a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes.
No hay antecedentes jurídicos de ese tipo de cambios de procesos. En caso tal llegue al Congreso, el proceso tendría que arrancar de cero y dejar sin efecto lo actuado hasta ese momento por la Fiscalía.