INDIGENA BRASILERO CARGO A SU PADRE POR 12 HORAS PARA HACERLO VACUNAR CONTRA EL COVID-19

La historia se mantuvo oculta hasta el pasado 1 de enero, pero ocurrió en el 2021 en lo más remoto de la selva Amazónica de Brasil.

La historia se mantuvo oculta hasta el pasado 1 de enero, pero ocurrió en el 2021 en lo más remoto de la selva Amazónica de Brasil.Para el indígena Tawy Zoé el cariño por su padre y el respeto por sus ancestros indígenas lo motivó a realizar una acto de altruismo y profundo amor: durante seis horas caminó por lo más espeso de la selva Amazónica de Brasil con su progenitor a cuestas, todo para que Wahu Zoé, su padre, recibiera una dosis de la vacuna contra el covid-19.

Con una tela, Zoé improvisó una funda para cargar a Wahu sobre su espalda, hombros y cabeza y así desafió los peligros que acechan en una selva impenetrable como la de la Amazonia, como lo reseñó en su cuenta de Instagram el médico Erik Jennings, encargado de la vacunación en esa zona remota: “ Tawy cargó a su padre durante 6 horas dentro de un bosque con colinas, arroyos y obstáculos hasta nuestra base”.

Luego, el galeno agregó: “Momento más memorable de 2021. Tawy Zoé trayendo a su padre Wahu Zoé para la primera vacuna contra la covid-19″.

Según el relato de Jennings, después de que Wahu recibió la dosis contra el covid-19, Zoé lo puso boca arriba, lo subió al cargador improvisado y caminó las otras seis horas de regreso a su comunidad.

Así fue la vacunación de los Zoé

Cuenta el médico Jennings, que la vacunación de la población indígena de Zoé, ha sido una tarea muy compleja. Esta comunidad vive dispersa en un territorio de 669 mil hectáreas y viven repartidas en 50 pueblos. La movilidad por lo territorios se realiza por senderos en el interior de la manigua que solo ellos conocen. Además, desde el inicio de la pandemia, los Zoé decidieron autoaislarse para evitar contagios que los llevara a la muerte.

Para evitar este contagio, el médico relató que crearon una estrategia junto con los Zoé que los llevara a una vacunación exitosa.

“Se dividieron en grupos de aproximadamente 18 familias. Adoptaron la estrategia de no adoptar caminos entre ellos y evitar la proximidad con los blancos. Planeamos la primera vacuna contra el covid con los Zoés y construimos juntos una forma más segura de hacerlo. Usamos algunas cabañas de aldeas cercanas a nuestra base, lugares abiertos y aireados y también donde Zoé no podía quedarse a dormir. Cada familia fue vacunada por separado. Su llegada fue por caminos que solo ellos conocían y sabían evitar los cruces entre los grupos. Esta táctica funcionó durante casi 1 año de pandemia y así fue respetada e incorporada durante la primera y segunda dosis”, expresó Jennings.

Fue así como crearon una área base hasta la que llegaban los integrantes de las familias indígenas sin que se cruzaran unos con otros. Allí, en esas casetas de madera y techo de paja, se adelantó la vacunación y según Jennings, hasta inicio de este 2022 ninguno de ellos ha registrado tener coronavirus.

“En el enfrentamiento de la pandemia, así como en otras acciones de la salud, hemso adoptado prácticas que respeten y tomen en cuenta la cultura y el conocimiento del pueblo. Evitamos la imposición de nuestro modelo biomédico que a menudo causa efectos secundarios graves físicos, como sicológicos y culturales”, afirmó el médico.