La Policía cifra en un centenar los desaparecidos en el oeste del territorio germano, aunque las autoridades de Ahrweiler alertan de que aún no han localizado a 1.300 personas
Como consecuencia de las lluvias torrenciales caídas sobre Alemania y Bélgica desde la noche del martes empeoran a medida que transcurren los dias. Los servicios de rescate se han abierto camino poco a poco entre la destrucción, sobre todo por el oeste germano, y han hecho aflorar la devastación en los municipios y las infraestructuras.
Miles de personas siguen sin suministro eléctrico, cientos de carreteras están cortadas y hay pueblos prácticamente engullidos por las aguas o, como es el caso de Schuld, arrasados por las torrenteras.
Para agravar las labores de búsqueda de víctimas y las penosas circunstancias en que se produce la asistencia a la población, se han registrado deslizamientos de tierra por la sobrecarga de agua que han causado un número sin determinar de muertes en las cercanías de Colonia y se repite con frecuencia el desplome de casas debido a los daños estructurales sufridos durante las inundaciones del miércoles.
Preocupa y sobrecoge el aumento incesante de víctimas mortales. A esta hora, la Policía ha notificado 93 fallecidos en Alemania y 15 en Bélgica, y el número oficial de desaparecidos supera el centenar. Las autoridades de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, los dos Estados más afectados, han subrayado que su «temor es que haya más» fallecidos, según recoge la edición digital de ‘Bild’, ya que los bomberos y auxiliares todavía buscan en sótanos, garajes y el interior de viviendas y comercios que quedaron anegados por las riadas.
Muchas personas murieron ahogadas dentro de sus propiedades al verse atrapadas por la súbita llegada del agua y los gobiernos de ambas regiones sospechan que aparecerán todavía bastantes cadáveres que a estas horas están inscritos en la lista de desaparecidos.