DICIEMBRE Casi todo el mundo, con bombos y platillos anunciaron la llegada de tan esperada fecha… la alegría era indescriptible…como fuegos artificiales se iluminaron los corazones en todos los niveles sociales, se sintió un regocijo tal como si la sola llegada de este mes trajera consigo la cura mágica para todos los problemas del mundo…Era como si con diciembre llegara el remedio infalible para todos los hechos desagradables ocurridos a lo largo de este año, caracterizado por una serie de acontecimientos inusuales y perdidas de vidas y económicas sin distingo de clases, estratos, ni condición social.
Pero es que, somos por nuestros ancestros un pueblo creyente… y todo el que cree, tiene sus creencias basadas en la fe y la esperanza…Diciembre es Esperanza!
Por eso a todo aquel que no le ha ido muy bien, tiene en lo más profundo de si, la ilusión de que en Diciembre se solucionen sus problemas, los asalariados esperan las primas de fin de año para terminar de cuadrar su exiguo presupuesto y solucionarlo todo. Las fabricas maximizan su producción y crean turnos extraordinarios para tener al tope sus inventarios, Los comerciantes surten afanosamente sus almacenes para aprovechar la locura colectiva que se apodera de la inmensa mayoría y nos vuelve compradores compulsivos…Es el momento de pintar la casa, cambiar los muebles, los electrodomésticos, el carro…hay que viajar….renovar el closet… vienen los ausentes de vacaciones…La natilla, la lechona, el pernil, los buñuelos…el arbolito… los adornos…. El pesebre…Uffffff…
En Diciembre queremos hacerlo todo! Todo!. La alegría es intensa, contagiosa y desbordante.
Pero la otra cara de la moneda es muy desigual…más bien triste…..Como dice la letra de la vieja canción interpretada por el finado Cacique de la Junta. “hay otros que no quieren ni acordarse de las fiestas de año nuevo y aguinaldos”
Para estos – y son mucho más de lo que nos imaginamos – las fiestas de fin de año son episodios de nostalgia, soledad y melancolía… que por diversas razones no les traen los mejores recuerdos… Quienes durante el año sufrieron la perdida de vida de un familiar o persona muy allegada le será muy triste enfrentar estas efemérides con ese recuerdo ingrato; para otros, estas fiestas representan por una u otra razón la soledad en medio del bullicio…el suplicio de fingir alegría cuando todos ríen, mientras por dentro su alma gime y llora desconsolada por la pena…otros por razones de trabajo o fuerza mayor se encuentran alejados de los seres queridos y experimentan la nostalgia de aquellos que se quedaron solos en los cerros….La guerrilla al asecho, los soldados en alerta, los vigilantes cumpliendo su deber con el corazón compungido y anhelante de estar en el seno del hogar.
Este Diciembre trae consigo un sello muy particular…viene precedido de 10 largos meses de pandemia y confinamiento, de perdidas familiares y económicas, encierros forzados, prohibiciones, discrepancias y hasta separaciones de parejas que no lograron acoplarse durante los encierros al que hemos sido sometidos con miras a protegernos..
Pero Diciembre es PAZ, AMOR Y BENDICIONES… Como cristianos debemos prepararnos cerrando ciclos, perdonando a todos de corazón, sanando las heridas del alma, para que así logremos (y lo vamos a lograr) construir el pesebre con el ambiente propicio para que el DIVINO NIÑO nazca una vez más en el corazón de uno de nosotros. BIENVENIDO DICIEMBRE!!!
MAX PORTO HERRERA