La valiente participación de la población de distintas ciudades y provincias de la Región Caribe en el proceso de Independencia y la construcción de una nueva institucionalidad política y jurídica hay que recordarla a fin de fortalecer la unidad nacional.
Días históricos que no pueden pasar desapercibidos para quienes nacimos en esta región y para todos en el territorio nacional. Días en los que la participación decidida de la ciudadanía regional fue clave en la gesta independentista y que no puede quedar en el olvido como una sepultura en la que reina la ingratitud y debilita el recuerdo y la conciencia de una sociedad democrática. En su contra aparece como recuperador de la historia: la memoria.
Al combatir el olvido, la memoria contribuye a la formación de una historia local, regional y nacional. La unidad y fortaleza de una sociedad civil reside en su tradición, que es el conjunto de saberes, costumbres, valores éticos y artísticos, creencias, religiones, mitos y fechas especiales en las que se han construido y conservado la cultura y la ciudadanía de una comunidad.
Recordar es un asunto de tradición y de conciencia, de identidad ciudadana, derechos y libertades. Es fuente para respaldar los reclamos de justicia histórica y de reparaciones ante las injusticias sufridas de una comunidad por las acciones del poder político. Es que al poder político le es cómodo olvidar y quien agrede reclama para su tranquilidad el derecho al perdón, pero antes a la víctima le asiste el derecho a ser reparado.
El perdón, como una gracia, tiene que estar en el orden del día de la convivencia pacífica de una sociedad. No se puede convivir sin perdonar, pero para conceder el perdón se requiere que existan reparaciones. Sin estas y sin voluntad de realizarla no habrá paz. El que repara merece recibir el perdón, independientemente de que tal resarcimiento no sea pleno.
La Región Caribe tiene días históricos. Nadie tiene título alguno para desconocer la importancia que para la Independencia nacional significó la participación de Mompox y de su libertad absoluta de Cartagena y España el 6 de agosto de 1810. Es la primera fecha memorable.
Otro día digno de recordar es el del 11 de noviembre de 1811 en el que Cartagena declara su independencia absoluta de España.
También es un día histórico para la Región Caribe el 15 de junio de 1812, cuando Cartagena promulga su Constitución Política. El 4 de febrero de 1813, María Concepción Loperena, en el Cabildo de Valledupar declara la independencia absoluta. Es igualmente una fecha solemne el 24 de julio de 1823 en el que nuestro almirante guajiro José Prudencio Padilla en la batalla del Lago de Maracaibo derrota a la armada española. Muy relevante el 10 de octubre de 1821 cuando finalmente el ejército español abandona el país, desde Cartagena, por tanto, proponemos que sea este el Día de la Región Caribe.
La Constitución de 1886 representó un retroceso. El centralismo, mediante esta carta política, desapareció a los Estados soberanos de Bolívar, Panamá y Magdalena y les privó de su libertad política y de sus bienes, lo que redujo a los ciudadanos de la Región Caribe a la condición de menores de edad. Una operación filibustera que es necesario reparar con la constitucionalización de la autonomía regional.