BANDAS CRIMINALES BUSCAN RECONOCIMIENTO COMO PROPIETARIOS DEL TERRIOTORIO EN DISPUTA

Son la conclusiones de los analistas Gabriel Orozco y Luis Trejos que plantean medidas locales con apoyo del Gobierno Nacional.

“La masacre de cuatro personas en el barrio El Santuario le pone una mancha muy grande a la ciudad, porque busca posicionar el mandato de bandas criminales que se pelean el territorio”, planteó el investigador Luis Trejos al analizar los sangrientos hechos ocurridos el domingo en la noche en el barrio El Santuario de Barranquilla.

Ambos coincidieron en decir que en Barranquilla y el área metropolitana hay “macroestructuras” criminales en materia de narcotráfico, “de control de rutas y espacios territoriales en la Costa Caribe, Barranquilla y el Atlántico”.

El politólogo recordó la incautación de droga en zonas estratégicas, lo que indica que ciertas estructuras criminales del orden nacional se han venido posicionando en Barranquilla y el área metropolitana.

“Esto lleva que este tipo de masacres se den para posicionar su mandato”, planteó.

En su opinión, si bien es cierto los indicadores de homicidio han venido disminuyendo en términos de registro, esta nueva masacre aumenta la preocupación.

Planteó ademas que en un escenario de acuerdo de paz entre distintos grupos, tanto beligerantes y reconocidos dentro del conflicto como el ELN y grupos delincuenciales que quieren someterse, buscan tener mayor fuerza en un escenario de conflicto.

Recordó que en la última década el conflicto ha migrado de las zonas rurales a las urbanas en temas de microtráfico y control del territorio.

Según Orozco, en este escenario es que los grupos delincuenciales quieren posicionarse frente a los otros: ‘Los Rastrojos’ ante ‘Los Costeños’, ‘Clan del Golfo’.

“Por más que el Gobierno Nacional esté buscando una estrategia de ‘Paz Total’, requiere de una seguridad sólida, fuerte e integral que evite este tipo de hechos y que ponga a salvo a la ciudad. Estamos en un escenario cada vez más preocupante”.

A su turno, otro analista, Luis Fernando Trejos, lo que se está viviendo en Barranquilla “es una guerra criminal por el control no solo de sectores de la ciudad sino de su área metropolitana, una guerra que lastimosamente ya se desbordó. Desde hace muchos años tenían un modus operandi que era el asesinato ‘gota a gota’, selectivo, discriminado, pero hoy han pasado a una violencia de alta intensidad y que se escenifica públicamente”.

En concepto del docente de la Universidad del Norte, “hay que leer esta masacre como la continuidad de varias que hubo el año pasado en Barranquilla entre las que se destacó la del barrio Las Flores por la cantidad de víctimas que hubo. No es la primero ni la única masacre que se vive en el territorio. Y la pregunta es: qué vamos a hacer para que no se repitan”.

Para el señor Trejos, la administración debe abrir el debate entorno de la seguridad en la ciudad porque se evidencia que esa mancuerna entre Distrito y Policía, no ha logrado acertar con las medidas para prevenir y combatir el flagelo de la inseguridad.

Planteó ademas que de esta discusión hagan parte varios sectores locales, como los gremios y sociedad civil, para que puedan recibir otros insumos que les sirvan para elaborar políticas públicas más robustas, que terminen golpeando el problema.

Sobre cómo enfrentar a las bandas criminales, respondió que no hay que analizarlo como un problema que necesita varias intervenciones.

“Lo primero es que desde la administración se asuma que aquí hay un problema, que es grave. La negación o la subvaloración de estas guerras no ha servido para resolverla, sino que por el contrario, ha favorecido el crecimiento de este tipo de organizaciones”.

Propuso que en vista de que el problema de inseguridad no es nuevo, es necesario que se piensa en crear una Secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana que articule y lidere los esfuerzos institucionales en torno a la seguridad.

Para Trejos, es clave empezar a analizar el problema como metropolitano y formular estrategias en ese sentido, para lo cual se requiere el concurso del Gobierno Nacional.

“Hay que hacer un debate entorno del Inpec, que se ha convertido en un factor generador o facilitador de la violencia en las ciudades que la medida en que los líderes criminales siguen ejerciendo presión hacia los ciudadanos desde las cárceles a través de WS y llamadas telefónicas”.

También es necesario abrir el debate sobre los operadores de justicia. “No es posible que en el barrio Barlovento de Barranquilla tengamos a un descuartizador con casa por cárcel, a un masacrador del barrio Las Flores con la misma medida, y al capturado con un fusil”.

Dijo que en la práctica, esta decisión se convierte en un objetivo perverso para que este tipo de criminales siga realizando sus actividades delictivas.

Insistió en la necesidad de adoptar medidas locales y metropolitanas, de la mano del Gobierno Nacional, teniendo en cuenta que el ‘Clan del Golfo’ tiene proyecciones nacionales y vínculos transnacionales.