No paran los abusos que rayan en las estafas a turistas en Playa Blanca, isla de Barú y apenas es comprensible ya que nada han hecho las autoridades correspondientes para contrarrestar estos hechos bochornosos que empañan a Cartagena y sus alrededores.
En esta oportunidad le sucedió a un ciudadano brasileño en este apetecido balneario de Cartagena que dejando atrás su aguas cristalinas, se empañan y tornan turbias con las irregularidades de algunos vendedores y establecimientos comerciales.
El turista Caio Lazzaretto Mónaco de 27 años, le tocó vivir este terrible episodio el pasado 9 de septiembre cuando llegó al balneario, donde de inmediato fue abordado por seis personas que tras la amabilidad tendrían su trampa preparada y lo ubicaron un lugar en la playa, una carpa.
Minutos después, Lazzaretto ordenó un pollo, patacones y agua, pero después de degustarlo, llegó el zarpazo en la cuenta donde le exigieron el pago de $4.600.000 mil pesos.
Para colmo de males, el robo no paró allí, pues le hurtaron el celular y de ñapa manipularon el datáfono cuando pagó con su tarjeta de crédito, donde aprovecharon para vaciar su cuenta.
Lazzaretto se sintió intimidado por aquellos sujetos que de amables y en medio de chistes y risas, al final lo estafaron y quitaron pertenencias.
Como una cruda experiencia amarga sintió Lazzaretto muy a pesar de los anuncios de los mismos nativos, vuelve y juega el » baile de los que estafan».