SE ACABA EL VERANO Y EMPIEZAN LAS ANGUSTIAS PARA LA REGION DE LA MOJANA

Lluvias amenazan con agudizar situación en La Mojana
El aumento del caudal del río Cauca por las precipitaciones en el interior del país causaron filtraciones y rebosamientos en el boquete de Cara ’e Gato, en Bolívar

La Mojana vive una angustiosa y preocupante ironía en plena recta final de la temporada seca: en sus 11 municipios aún no cae gota de agua por estos días; sin embargo, muchas hectáreas de tierra fértil para el cultivo están inundadas. Asimismo, las poblaciones de las zonas que aún están secas observan con resignación cómo las desbordadas corrientes los flanquean diariamenteesde el pasado 27 de agosto, cuando el caudal del río Cauca rompió un boquete en el sector conocido como Cara ’e Gato, en San Jacinto del Cauca (Bolívar), la región ha caído en una de sus peores desgracias de la última década, comparado y –hasta superado, según muchos– con el drama de 2010, cuando cerca de 200.000 personas resultaron afectadas por el Fenómeno de la Niña.

El chorro, que empezó a ser cerrado tres días después, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, ha estado abierto todo este tiempo, lo que ha generado que las aguas se sigan esparciendo por toda la zona, arrasando con cultivos, ahogando miles de cabezas de ganado y dejando damnificadas a miles de familias pobres de esta zona del país. Al menos 155.888 personas, que equivalen a 38.972 familias, han sufrido alguna afectación desde el inicio de este drama.

A pesar de la gigantesca tragedia, los habitantes de La Mojana vieron una luz al final de túnel el pasado primero de marzo, la segunda fecha entregada por el Gobierno nacional para que los trabajos estuvieran listos, pero la dicha, sí es que hubo, no duró ni dos días. Las fuertes lluvias que habían caído semanas atrás en el interior del país aumentaron los niveles del río Cauca y, posteriormente, tras seis meses de trabajo en la zona, el caudal provocó la ruptura del recién construido jarillón de protección.

Ganaderos de la Mojana lanzan SOS por la ola invernal
“El cierre que se tenía previsto para el primero de marzo se realizó. Quedaban dos actividades importantes: el realce de la cota de inundación y el reforzamiento del mismo para darle mayor estabilidad. El acontecimiento de manera sorpresiva fue la creciente súbita que atrasó los trabajos programados al superar la cota actual”, explicó en su momento el director departamental de la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres de Bolívar, José Ricaurte Gómez.

Según Gestión del Riesgo, los trabajos alcanzaron a unir los extremos norte y sur en el chorro y, con ello, completaron un jarillón de 1.234 metros lineales, pero una creciente súbita de más de 1.90 metros del río Cauca hizo que el agua lo sobrepasara y afectara la obra.

“Si las circunstancias de lluvia en el sur del país siguen en aumento, vamos a tener una elevación más del caudal del río Cauca. Es importante que los alcaldes mantengan activados sus consejos de gestión del riesgo por si se generan más inundaciones”, agregó.

Como si no fuera suficiente, la situación en La Mojana está a punto de empeorar con la llegada de las lluvias a la región Caribe, que según el Ideam se daría en los próximos días. Lo anterior ocasionaría que los ganaderos, de por sí golpeados económicamente con las millonarias pérdidas del año pasado, tengan que volver a movilizar a sus animales hacia tierras altas, que miles de cosechas vuelvan a perderse y que los habitantes de estas zonas se vean obligados a abandonar sus hogares y construir cambuches improvisados en las vías nacionales.

“Todo esto se lo debemos a los contratistas y la gente de Gestión del Riesgo, quienes no presionaron para que los trabajos se hicieran a tiempo”, dijo Abel Regino, conocido ganadero de la región.

“La verdad es que hay un futuro incierto porque el ganado está caro y cada día más va a estarlo y se va a presentar una escasez de animales vacunos”, agregó.

Ungrd busca aislar aguas del río Cauca de la población en La Mojana

Reclamos y amenazas
La situación es tan grave que los ganaderos de Sucre, que se reunieron hace unas semanas con Héctor Olimpo, gobernador del departamento, clamaron ayuda inmediata al Gobierno nacional por la precaria situación que están afrontando.

“Hay ganaderos que tenían menos de un mes de haber regresado sus reses a la zona ante la escasez de pasto en la sabana y ahora lo van a tener que volver a sacar porque ya nos estamos inundando”, reveló un vocero del gremio.

“Hay cultivadores que perdieron hasta 1.000 hectáreas cultivadas con arroz y otros productos de pancoger. Hubo ganaderos a los que se les murieron más de 500 animalitos. Todo esto genera mucha preocupación y miseria”, dijo por su parte Darinel Regino, vocero de La Mojana, a medios locales.

Según Isidro Álvarez, fundador de la Fundación Pata de Agua, que vela por el desarrollo de La Mojana, la llegada de la nueva temporada de lluvias genera tanto miedo en la población que muchos líderes están s de que el 2022 va ser el más dañino para sus bolsillos de los últimos años.

“Siempre nos dejan a nosotros los líderes como los mentirosos y los alarmistas, pero resulta que nosotros conocemos el territorio y la gente tiene que vivir tragedias cada año. Cuando empiece el invierno acá y se junten las dos unidades de agua, la historia va a ser otra. No estamos listos para el momento en el que se llenen los ríos y las ciénagas”, aseguró.

Por otro lado, algunos contratistas encargados de los trabajos en San Jacinto del Cauca denunciaron que en las últimas semanas hombres armados pertenecientes al Clan del Golfo los estarían extorsionando con el 10 % del valor del contrato.

Sin embargo, el coronel Carlos Andrés Correa, comandante de la Policía Nacional en Sucre, aseguró no tener conocimiento de lo sucedido e invitó a la comunidad a radicar las denuncias correspondientes.

Solicitud
A raíz del recrudecimiento de la problemática en La Mojana, Héctor Olimpo, gobernador de Sucre, informó en su momento que le solicitó a Jorge Andrés Carrillo, director de EPM, que desde Hidroituango se disminuya el flujo de agua del Cauca. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se conoce que desde la hidroeléctrica hayan tomado alguna decisión.

En total, en el punto de Cara ’e Gato ejecutan obras de dragado en la isla que está formada frente al jarillón y dan continuidad a las actividades de corte para la realización del canal, medida contingente para reducir las velocidades y fuerzas que el río genera sobre la estructura y que la impactan de manera negativa en medio de las labores de construcción.

Salamineros piden acelerar trabajos en el Magdalena
Aunque la construcción de un espigón para proteger la orilla contra la erosión avanza y se refuerzan otros, los habitantes de Salamina instaron al Gobierno nacional para que agilice la contratación del dragado de la Isla Tamarindo, que sería la solución macro al problema. Sostienen los salamineros que se hace necesario y urgente proceder en ese sentido, debido a que el río Magdalena aumenta en su nivel, pues las lluvias arrecian en el interior del país.

“Hay que recordar que la isla Tamarindo es uno de los factores más dinámicos por la influencia que ejerce para hacer contundente la erosión en la margen derecha”, dijo el personero municipal de Salamina, Carlos Mario de la Cruz.

Manifestó que se está a la espera de la asignación al contratista de los $60 mil millones para que se inicien las obras.

Como es de conocimiento público, el estudio para la solución a la erosión en Salamina propone la instalación de 7 espolones de diferentes longitudes para la estabilización de la orilla y la construcción de un dique de 10 kilómetros desde Salamina hasta El Piñón, para el control de inundación, además del dragado parcial de la isla Tamarindo.

La comunidad ha reiterado que el dragado no debe ser parcial, sino total. Sin embargo, los especialistas aclaran que con el dragado y con los espolones la isla va a desaparecer con el tiempo. “El dragado debilita la isla y los espolones mandan la corriente hacia esta zona y no hacia la margen derecha u orilla”, indicaron