SACERDOTE SINDICADO DE ABUSO SEXUAL CON MENOR DE 13 AÑOS   FUE APARTADO DEL EJERCICIO POR LA DIOCESIS DE MONTERIA.

El obispo de Montería se comprometió a dar respuesta oportuna a los requerimientos de la Fiscalía y a colaborar con la investigación.

El sacerdote Carlos José Carvajal Galvis fue apartado del servicio sacerdotal, luego de la denuncia instaurada por los familiares de una menor de 13 años, a quien habría violado en el municipio de San Bernardo del Viento, zona costanera del departamento de Córdoba.

La información fue confirmada por la Diócesis de Montería, a cargo del obispo Ramón Alberto Rolón, quien se comprometió a dar respuesta oportuna a los requerimientos de la Fiscalía y a colaborar con la investigación con el fin de esclarecer los hechos.

En el comunicado oficial de la Diócesis, firmado por el sacerdote Uriel Pimienta Algarín, delegado de comunicaciones, reconocen que hasta el momento se desconoce el paradero del sacerdote, pero iniciar un proceso interno con el fin de tomar medidas como la antes señalada.

“La Diócesis de Montería reitera su política de buen trato con todas las personas y su tolerancia cero contra todo tipo de abusos , en cualquier ambiente eclesial”, señala el documento.

Mientras tanto, las autoridades siguen buscando al cura párroco de la Iglesia La Inmaculada, quien habría huido de la localidad, cuando los familiares de la menor denunciaron el hecho y le fueron a reclamar por lo sucedido.

Como se recordará, la situación se descubrió porque la menor presentó un profundo dolor abdominal, el cual fue confundido inicialmente con cólico menstrual, pero una vez revisada por el personal médico, se estableció que la niña había sido abusada.

De manera extraoficial se rumoró en la localidad, que la niña habría quedado en embarazo y que habría sido obligada a abortar, pero esa versión no ha sido confirmada por las autoridades, ni por los familiares.

La pequeña se dedicaba a colaborar en las labores del templo y llegó hasta la casa cural, luego que el párroco Carvajal, llamara a su madre por teléfono para que la mandara a buscar una bata, que usan los acólitos en las ceremonias religiosas.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en Córdoba, señaló que sigue adelantando labores de acompañamiento a la menor y a sus familiares, con el fin de evitar que sea revictimizada y que se garanticen sus derechos.