ASI TRANSCURRIO EL LUNES EL PARO DE MOTOTAXISTAS EN CARTAGENA.

El paro de mototaxistas culminó con horas de manifestaciónes, actos vandálicos y una ciudad desolada por la improvisacion y la falta de autoridad.

Desde hace varias semanas, el gremio de mototaxistas adelantaba conversaciones con la Alcaldía Distrital con el fin de que se expidiera un decreto con menos restricciones para estos vehículos. Las conversaciones terminaron y pese a lo conversado, el decreto que se expidió no dejó conformes a los mototaxistas, debido a la restricción de parrillero por la avenida Pedro de Heredia no agradó a los trabajadores.

Si bien se logró el cambio del pico y placa a dos dígitos (antes era por números pares e impares), el Decreto 0279 de 2022 generó tal controversia que los mototaxistas de Cartagena convocaron una jornada intensa de paro para este lunes 28 de febrero. Una jornada que paralizó a la ciudad. Esto fue lo que pasó:

A las 6:30 de la mañana se reportaron los primeros bloqueos en Ciudad Jardín, Ronda Real, La Carolina y Bomba El Amparo. Los motorizados bloquearon también la glorieta de El Pozón y un carril de La Cordialidad y en Villas de la Candelaria empezaron con la quema de llantas en la carretera. A la zona acudieron los Bomberos para intervenir en la situación.

En el barrio Los Caracoles también se presentó quema de llantas y cerca de las 8 de la mañana, el alcalde de Cartagena, William Dau habilitó el Puesto de Mando Unificado (PUM) para invitar a los motorizados a la protesta pacífica.

Sin embargo, los motorizados se tomaron Transversal 54 a la altura de Ceballos y la policía hizo presencia en el lugar. Mientras que en Villas de la Candelaria, las autoridades se enfrentaron contra los manifestantes que después también bloquearon la entrada de La Carolina, los Cuatro Vientos y empezaron con la quema de llantas en esta zona.

Los bloqueos siguieron hacia la entrada de Blas de Lezo con más quema de llantas y solo se detuvieron al mediodía. Aunque hacia las 2:30 de la tarde en un recorrido de El Universal se pudo constatar que las vías de la ciudad estaban despejadas, se reportaron bloqueos en San José de Los Campanos que fueron controlados por las autoridades.

Hacia las 3 de la tarde las vías ya estaba despejadas, pero los cartageneros siguieron en sus casas y los comercios se mantuvieron cerrados, especialmente en Bazurto.

Pese al rechazo generalizado de los mototaxistas al decreto, la Alcaldía reportó que 3.394 se registraron como acompañantes o parrilleros de moto al cierre de este lunes.

Desde que iniciaron las protestas, los motociclistas se tomaron el carril de solo bus de Transcaribe en la Avenida Pedro de Heredia. El Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) Transcaribe arrancó su operación con normalidad, pero a las 6:40 empezaron a presentarse retrasos en las rutas X102, X103, X106 y rutas alimentadoras que partían de Santa Lucía y para las 8 de la mañana el sistema tuvo que suspender su operación.

Se presentaron actos vandálicos contra Transcaribe durante toda la mañana y tanto el alcalde William Dau, como la gerente de Transcaribe María Claudia Peñas, siguieron invitando a los manifestantes a detenerse y protestar pacíficamente.

A las 11:30 de la mañana ya eran 26 los buses vandalizados y habían numerosos videos y denuncias ciudadanos de casos de atracos y ataques a los ciudadanos que desplazaban tanto en moto, como en vehículos particulares. Mientras que más de 20 buses se mantenían represados en Bocagrande.

Hacia el mediodía la Policía Metropolitana de Cartagena reportó la captura y judicialización de 14 personas presuntamente responsables de actos vandálicos.

Al cierre de la jornada de protestas cerca de las 5 de la tarde, Transcaribe anunció que retomaría la operación desde las 5:15 hasta las 8 p.m. pero solo para ciertas rutas y exceptuando las estaciones que fueron vandalizadas: Bazurto y Cuatro Vientos.

El balance de la jornada no fue alentador. Barricadas y llantas quemadas impedían el libre tránsito de ciudadanos que muchos lo asociaban como escena de guerra. En las calles se sentía el temor, cientos de ciudadanos intentando llegar a sus destinos al tiempo que decenas de buses y estaciones de Transcaribe eran vandalizadas.