La ciudad de Petrópolis, a unos 70 kilómetros de la capital Río de Janeiro, amaneció destrozada.
El número de muertos por las fuertes lluvias en la región serrana de Río de Janeiro ya roza el centenar, mientras que las autoridades informaron este miércoles que siguen con dificultades para calcular el número total de víctimas y daños causados por los temporales.
La ciudad de Petrópolis, a unos 70 kilómetros de la capital Río de Janeiro, amaneció destrozada por unas tormentas que ya dejan al menos 94 fallecidos, entre ellos ocho niños, 24 rescatados, casi 400 desabrigados y un número aún desconocido de heridos, desaparecidos y estragos, según el último balance divulgado esta noche por las autoridades.
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Sin embargo, el secretario regional de Defensa Civil, Leandro Monteiro, explicó que es posible que el número de decesos siga aumentando en las próximas horas, ya que hay un “sinfín de desaparecidos” y personas soterradas en varias zonas de la ciudad.
Petrópolis se encuentra desde la noche del martes en estado de calamidad pública y registró emergencias, como inundaciones o corrimientos de tierra, en por lo menos 89 puntos de la ciudad, especialmente en el barrio Alto de la Sierra, una zona residencial.
El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro y quien está en el municipio, describió que la situación es “casi de guerra” y que la tragedia se desató “de la noche a la mañana”.
Por su parte, el alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo, afirmó que aún no es posible precisar la dimensión total de la catástrofe, pero calculó que cerca de unas 10.000 familias permanecen en áreas de riesgo.
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Conocida como “la ciudad imperial” de Brasil, el municipio acumuló en tan solo seis horas 259 milímetros de lluvia entre la tarde y noche del martes, más que lo previsto para todo el mes de febrero, que era de 238 milímetros.
La tragedia se repite once años después de que un fuerte temporal segara la vida de más de 900 personas en Petrópolis y otras ciudades serranas de Río de Janeiro, en lo que es considerado como la mayor tragedia climática jamás registrada en Brasil.