EL PARQUE EOLICO MAS GRANDE COLOMBIA ENTRO AYER EN OPERACIONES.

Tras 17 años y con una inversión de $75.000 millones, entra a operar el segundo parque del país.

En el departamento de La Guajira, exactamente en el corregimiento del Cabo de la Vela, entre el desierto y el mar Caribe, el Gobierno Nacional inauguró ayer Guajira 1, el segundo parque eólico en construirse en Colombia y el más grande de todo el territorio nacional.

Y es que después de 17 años de la entrada en operación de Jepírachi, el primer parque eólico del país y propiedad de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Guajira 1 —construido por Isagén— se convierte en un hito dadas su características: cuenta con 10 aerogeneradores en un área de 5,5 hectáreas, tiene una capacidad instalada de 20 MW (megavatios), lo que es igual al consumo de energía de 33.295 familias, y es el primero de los 14 parques que se construirán en los próximos tres años en Colombia.

Un hito en renovables

Según el Ministerio de Minas y Energías, este proyecto eólico se pudo llevar a cabo gracias a incentivos fiscales, tributarios y a una política impulsada por el Gobierno Nacional que tiene como objetivo fomentar el desarrollo de iniciativas que ayuden al país a migrar hacia una matriz energética más limpia.

Guajira I tuvo una inversión de $75.000 millones y generó, según MinEnergía, más de 50 empleos que beneficiaron a los habitantes del área de influencia del parque eólico, entre las que se encuentran las comunidades Lanshalia, Taruasaru y Mushalerrain.

“Guajira I es uno de los grandes hitos de la transición energética, pues el primer parque eólico que se construye en el país en 17 años. La Guajira es el epicentro de la transición energética en Colombia, pues el departamento cuenta con un régimen de vientos de clase mundial”, expresó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo.

Y agregó que el año pasado el país logró aumentar la capacidad instalada de energías renovables en 25 veces, en comparación con lo que se tenía en agosto de 2018. Asimismo, el jefe de la cartera energética indicó que proyecta para el cierre del Gobierno dejar listos proyectos que aumentarán esta capacidad instalada en 100 veces.

Cabe recordar que además de Guajira I, Isagen también desarrolla otros dos proyectos eólicos ubicados en esta región: Wesp 01 (de 12 MW), en Uribia, y Guajira II (de 300 MW), en Maicao, el cual ya tiene licencia ambiental.

Los desafíos en renovables

Para Clara Inés Pardo, profesora de la Escuela de Administración de la Universidad el Rosario y experta en el sector minero energético, la entrada en operación de este parque eólico es importante en la medida en que genera confianza para continuar en la senda de producción de electricidad a través de energías renovables, que son un activo natural del país dada su posición geográfica y condiciones climáticas.

Sin embargo, para la especialista, algunas de las principales barreras que aún tienen las renovables son los costos que se requieren para la implementación de la infraestructura, ya que esta implica realizar adaptaciones, equipos y compra de tecnología para contar con la fuente de energía.

“Hay que generar un entorno de negocios propicio para la inversión y desarrollo de este tipo de energías, así como promover una cultura que favorezca el uso de estas energías en el sector empresarial y por parte del consumidor final”, indicó Pardo.

Por otro lado, el rechazo cultural o la aceptación social también han sido algunas de las barreras identificadas en la entrada de las energías renovables al mercado energético colombiano. (Ver Para saber más).

Santiago Ortega, director de Innovación de la empresa Emergente Energía Sostenible, expresó que, al ser La Guajira un territorio en el que habitan diferentes comunidades indígenas, el país enfrenta unos desafíos grandes en cuanto a gestión social y necesidades de negociación para el desarrollo de los proyectos que lindan con ellas.

En cuanto a esto, en entrevista pasada con este diario, el ministro Mesa Puyo reconoció que este ha sido uno de los principales retos que hay, ya que la mayoría de estos proyectos, y sobre todo las líneas de transmisión, que son las que conectan la energía con el resto del sistema interconectado nacional, requieren consulta previa porque pasan por comunidades étnicas.

“Cada vez más las comunidades se han dado cuenta de que estas son oportunidades económicas y sociales para el departamento, porque llegan empleos, además de las inversiones en vías de comunicación y portuarias y proyectos de electrificación, porque La Guajira, a pesar de su potencial, tiene un déficit de cobertura eléctrica muy grande”, enfatizó Mesa Puyo.