En Luruaco los abigeatos y hurtos azotan a los campesinos de Mateo
En Mateo, zona rural de Luruaco, exigen presencia de las autoridades.
Atemorizados y preocupados denunciaron sentirse los parceleros y pequeños productores residentes de la zona rural de Mateo, jurisdicción de Luruaco, al ser víctimas de la ola de inseguridad que los ha venido azotando durante el año por el abigeato, robo de utensilios y amedrentamiento por parte de antisociales.
Los pobladores indican que desde hace meses le han hecho saber a las autoridades la situación que padecen en Mateo, pero estos se hacen de la vista gorda, no tienen la voluntad para ayudarlos, ni tampoco han conseguido una respuesta inmediata. Actitud que indigna a la comunidad y por la cual manifiestan sentirse huérfanos por parte de la Policía y la Alcaldía ante estos hechos delictivos.
No solo los productores padecen este calvario, sino también los transeúntes que circulan por esta vía agropecuaria, puesto que con facilidad suelen despojarlos de sus pertenencias al no existir presencia de agentes de Policía, hecho que les resulta a los residentes peligroso porque en algún momento puede ocurrir una tragedia si no se toman acciones.
Frente a tal riesgo, los habitantes de esa zona rural le hacen un Comandante de Policía departamental y al Teniente de Luruaco, para que coordine con la Alcaldía un plan de seguridad de manera inmediata para Mateo, puesto que el sector tiene áreas que se encuentran afectadas por la delincuencia.
“Es evidente que no se ve la seguridad por parte del gobierno municipal y departamental. Los delincuentes hacen y deshacen y no hay autoridad que los detenga”, aseguró la comunidad. No obstante, reconocen que la Policía en el municipio es insuficiente porque existen 43 agentes que no tienen la capacidad operativa para una población de 16 mil habitantes. Por ello, los moradores solicitan que se determinen decisiones cuanto antes.
Emerson Manotas Cervantes es uno de los parceleros de Mateo, que expresó que “vivimos a diario muchos hechos de inseguridad, entran a nuestras fincas a sacrificarnos las pocas reses que nos quedan, cosa que nos impactó porque de eso vivimos. En el transcurso del año han ocurrido más de 15 casos y nunca las autoridades hacen nada, es necesario que la Gobernación, la Policía y la Alcaldía Municipal diseñen un plan de intervención para proteger a los pequeños campesinos de la región porque esto es un flagelo que se da en todo el municipio”, precisó el productor.