GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS …

Ayer lo vi…Carlos era  la descripción perfecta de la alegría y el entusiasmo…

Llegó a la pequeña taberna y se dejó caer pesadamente en el viejo taburete,  me miró sin verme y a manera de reproche, dijo: “Carajo compa parece mentira, llego Navidad ”…noté en su tono cierta amargura y siguió:  “ este año ha sido muy duro,  esta pandemia ha sido un desastre…acabó con lo poco que tenía… tomó un largo sorbo de la cerveza que había pedido para él y siguió diciendo…esta vez no habrá ropa nueva para nadie, ni cena de navidad y menos regalos como todos los años… ni siquiera he podido reparar y pintar la casa “.

Fijó sus ojos en el viejo pesebre artesanal que la dueña de la taberna ponía todos los años, eran pequeñas figuras de barro rojo, descolorido por los años de usos. Un gesto de júbilo sin precedente se reflejaba en las pequeñas figuras que conformaban la escena bíblica. Allí estaban los principales protagonistas de la historia,  José, María y el pequeño Jesús dormido sobre la paja, rodeado de sus padres y algunos animales; arriba colgando de un nylon casi invisible se observaban dos ángeles en actitud de alabanza y devoción, más abajo aparecían los pastores en cuyos rostros la alegría era desbordante, y más allá  en el simulado camino a Belén se veían venir los Reyes Magos risueños y felices de venir en busca del rey… Hasta los animales de la caballeriza se veían alegres y gozosos. El artesano había logrado plasmar felicidad y entusiasmo en cada figura.

Era realmente un escenario pobre,  lúgubre y deprimente…la gente del pesebre no estaba pasando precisamente por un buen momento, se notaba escasez pobreza, miseria, limitaciones, sin embargo todos están sonrientes, radiantes y felices.

El Rostro de Carlos se ilumino de repente, había entendido  el Espíritu de la Navidad.

La pobreza exagerada de aquel miserable establo, en lugar de depresión y frustración fueron   el escenario perfecto para que allí naciera la Esperanza, el Gozo y pródiga la Alegría  representada en un niñito llamado JESUS.

Carlos ya no vio a una mujer que había parido a un niño en condiciones de pobreza extrema, vio a Dios hecho hombre, los pastores no encontraron a un recién nacido en condiciones infrahumanas sino a Cristo nuestro Señor y lo adoraron,  así mismo los magos encontraron en la paja del pesebre a verdadero y único Rey de los Judíos y lo honraron y lo veneraron…

La tristeza de Carlos germinaba en  sus circunstancias inmediatas, se estaba fijando en lo que hoy no tenia en lugar de ver y agradecer por lo que si  había logrado obtener…vida, salud, unos hijos, una familia, un techo, un hogar, un medio de subsistencia, fe, esperanza y fuerzas para seguir adelante.

Entendió que tenía poderosas razones para ser y estar feliz. Que no debía permitir que su pesebre de necesidades le robara el gozo de vivir y seguir en la lucha… ( Varios de sus amigos no habían logrado sobrevivir a a la pandemia) Que en lugar de depresiones y quejas debía armarse de  fe como  buen  cristiano y  unirse al coro de los ángeles y cantar con entusiasmo: GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS  Y PAZ EN LA TIERRA A  LOS HOMBRES  DE BUENA VOLUNTAD.

MAX PORTO HERRERA