El Gobierno esloveno ha dado por terminado el brote de COVID-19 en el país y ha anunciado que reabrirá sus fronteras a los ciudadanos de los países de la Unión Europea a partir del 31 de mayo.
La baja tasa de nuevos contagios “nos permite relajar las medidas” puestas en marcha para contener la propagación del coronavirus, señaló el primer ministro, Janes Jansa, a última hora del jueves, según informa la agencia de noticias STA.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido esta semana de que es demasiado pronto para declarar el fin de la epidemia. Responsables de la agencia de la ONU han dicho repetidamente que le mundo no estará seguro hasta que no haya un medicamento o vacuna contra el virus.
Eslovenia ha registrado un total de 35 nuevos contagios en las dos últimas semanas tras imponer restricciones para limitar la propagación el 12 de marzo. Desde el 31 de mayo, los ciudadanos de la UE podrán entrar en el país sin pasar un periodo de siete días de aislamiento, mientras que los procedentes de otros países aún tendrán que someterse a dos semanas de cuarentena.
En virtud de las nuevas normas, cualquiera con síntomas de COVID-1, así como aquellos que no sean capaces de continuar su viaje debido a las restricciones en los países vecinos, no recibirán permiso para cruzar la frontera. El país es una importante ruta de tránsito para alemanes, austríacos y otros ciudadanos de la UE que viajan a la costa de Croacia.