La situación se presenta desde hace cuatro meses: comunidad. Piden intervención de las autoridades competentes.

No se trata del Mar Rojo, el conocido golfo del océano Índico, ubicado entre África y Asia. Tampoco son las aguas de las charcas saladas de Galerazamba. Mucho menos es la laguna que se encuentra en la región de Arica y Parinacota, en el norte de Chile.

Se trata de las aguas del arroyo Grande, en Puerto Colombia, que “milagrosamente” se han tornado de color rojo, despertando la preocupación de sus habitantes.

La situación, según denunciaron varios moradores del municipio, se ha podido observar en el cuerpo de agua desde hace cuatro meses, siendo más crítica en las tres últimas semanas.

En un recorrido realizado por el equipo periodístico de este medio se pudo constatar la “emergencia” que se registra en este cuerpo de agua.

Gregory Colina, integrante de la Red de Jóvenes de Ambiente nodo Puerto Colombia, mostró su preocupación debido a que las aguas desembocan en el mar Caribe. 

“Estas aguas han surtido un cierto impacto en el ecosistema de la zona. La desembocadura se encuentra en una zona de manglar, lo que preocupa aún más”, sostuvo.

La comunidad porteña también explicó que al arroyo son vertidas las aguas residuales del sistema de alcantarillado de Puerto Colombia, lo que tendría cierta incidencia en la situación.

A su turno, Juan Manuel Torres, representante de la Veeduría Ciudadana de Puerto Colombia, indicó que no se han identificado “plenamente” las causas de esta problemática en el arroyo Grande.

Explicó que la empresa Triple A aseguró que la coloración de las aguas se debe a “un producto nuevo que se está utilizando en la laguna de oxidación”. 

Asimismo, pidió que las autoridades competentes “tomen cartas en el asunto” para poder determinar las verdaderas causas de la coloración del agua.

Hablan las autoridades

Steimer Mantilla, alcalde del municipio de Puerto Colombia, informó que el arroyo Grande es el “cauce natural” de las aguas tratadas en la laguna de oxidación y que esto tendría alguna relación con su estado actual. 

“Triple A asegura que esas aguas son tratadas de acuerdo a las normas vigentes. En esa zona crece una vegetación que, como administración, estamos haciendo el trámite para su intervención”, sostuvo el mandatario. 

Mantilla fue enfático al asegurar que ya cuentan con la viabilidad técnica para “traslado” de la laguna de oxidación a otro lugar y convertirla en una planta de tratamiento: “El proyecto fue aprobado y está dentro del actual Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) del municipio para generar más desarrollo a la zona y mejor calidad de vida a la comunidad”. 

Este medio quiso conocer la posición de la empresa Triple A con relación a la situación, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta alguna.