Hidroituango informó que los equipos dañados están asegurados y tienen como reponerlos. 

“Fue muy muy muy muy muy difícil lo que pasó en el proyecto hace casi un año”. Tal vez dijo otros dos o tres “muy” William Giraldo, vicepresidente de proyectos de energía de EPM, al referirse a la gravedad de la contingencia que ha tenido en vilo a Hidroituango desde el 28 de abril del 2018.

Y es que a vísperas de que se cumpla el penoso aniversario, ya hay más certezas que especulaciones en torno a la magnitud de las afectaciones, dejando en claro que todo puede cambiar, como ya ha sucedido con la megaobra que sigue prometiendo, para 2021, generar el 17 por ciento de la energía del país.

Por ejemplo, se supo que en el momento que se inundó casa de máquinas, el pasado 10 de mayo para evitar que las aguas sobrepasaran una inconclusa presa, en su interior había dos generadores que comenzarían a operar a finales de ese año. Uno estaba en 85% de avance y otro en el 65.

Contándolos, el valor de la maquinaria que había dentro de casa de máquinas es de 110 millones de dólares.

“Todos estos equipos están asegurados por fortuna y contamos con repuestos para reponerlos y terminar las ocho turbinas de 300 megavatios que tendrá la central. Lo más importante es que estructuralmente los techos y paredes de casa de máquinas están en buen estado lo que es una muy buena señal para recuperar el proyecto “, expresó Giraldo.

Allí, han evacuado más 35 metros cúbicos de agua y solo restan entre 5 y 7 metros cúbicos por drenar.

No es lo único que falta. Una vez desinundada casa de máquinas, sigue una labor de limpieza y posterior reparación. Esto podría tardar hasta 8 meses más. Esto es tan solo casa de máquinas.

Hidroituango, la megaobra que pasó de 11,4 a 14,2 billones de pesos (por ahora) tiene otros focos de alerta que están siendo subsanados.

Uno de esos es la famosa oquedad o vacío hallado a finales de diciembre del año pasado y que obligó a acelerar el cierre de las compuertas 1 y 2 de captación en enero y febrero. 

De acuerdo con John Maya Salazar, vicepresidente de negocios EPM, este vacío tiene 80 metros de alto por 20 de ancho y 20 de largo.


“La presión de agua que entró erosionó el concreto y generó este vacío. Allí tendremos que llenarlo y reforzarlo para evitar futuros problemas. Creemos que requerirá cerca de 55.000 metros cúbicos de grava y luego se instalarán algunos tubos para luego rellenar con concreto a los lados para darle solidez. Es una labor que nos llevará cerca de 20 meses”, aseguró Maya.

De igual forma, indicó que para mitad de año esperan tener taponados el túnel derecho (que se destaponó causando la avalancha del 12 de mayo) y la Galería Auxiliar de Desviación (GAD), así como la terminación de la presa. 

“La presa está en una altura de 418 metros sobre el nivel del mar y la idea es llevarla a los 435 msnm. Ya terminamos la pantalla de concreto flexible (bentonítica) que impermeabiliza la presa y está funcionando en óptimas condiciones. Las filtraciones son de 7 metros cúbicos por segundo lo que para una megaobra de estas es un buen indicador “, indicó el ingeniero Giraldo. 

En lo referente a los túneles, Giraldo informó que desde un túnel llamado Descarga Intermedia, ubicado 50 metros más arriba del túnel derecho, están haciendo unas perforaciones de un metro de longitud para inyectar cemento líquido e ingresar unas pelotas de material sintético que sirvan de pretapón para evitar que pase más agua y así poder ingresar para hacer el tapón definitivo de 22 metros de diámetro.

Hacer un tapón de estos, añadió el experto, tarda aproximadamente tres meses. 

Sobre la GAD, una galería de 1.300 metros de longitud y 40 x 40 metros de diámetro (caben 9 volquetas doble troque), se está trabajando en recuperar las dos compuertas de 300 toneladas que quedaron afectadas y desplazadas 15 metros de su ubicación. Una de esas, ya está casi lista y para el 20 de abril estaría cerrada la primera.

“La otra quedó partida en tres pedazos. La idea es reparar la compuerta en el lugar donde está y luego encajarla en el lugar donde debe estar. Logrando cerrar los túneles y terminando la presa se podría levantar la alerta roja aguas abajo”, aseguró Giraldo. 

En la GAD también deben construir un tapón de concreto macizo de 22 metros de diámetro.