La época de fin de año se volvió un tiempo de zozobra para el cuerpo docente de Barranquilla. En la capital atlanticense los maestros están bajo amenaza. En los últimos 15 días ocurrieron tres repudiables episodios de violencia contra una coordinadora y dos rectoras. Lo más grave son las inverosímiles razones.

De acuerdo con lo que reporta el diario El Heraldo, el pasado 26 de noviembre, el tío de un estudiante que perdió el año amenazó con matar a la coordinadora académica de la institución educativa distrital Salvador Entregas. Gracias a la intervención de personas allegadas de la comunidad, la docente pudo zafarse del atacante.

El pasado jueves 3 de diciembre un hecho que raya en lo bizarro ocurrió en la vecina Soledad (Atlántico). Rosa Suárez, rectora del colegio público Nuestra Señora de las Misericordias, tuvo que soportar que una turba la insultara y tratara de agredirla. Todo por cuenta de unos cambios que pensaba implementar en el colegio en el 2016.

Suárez, que dirige un colegio laico de monjas, fue ganadora de un concurso nacional docente. Su nombramiento causó el descontento de los padres, que no tuvieron mejor solución que acercarse al colegio para recibir a la nueva docente con insultos de alto calibre y bolsas de arena. Los medios locales registraron el episodio.

Para completar el desolador panorama, el pasado viernes 4 de diciembre se registró otro hecho de intolerancia contra una maestra. El frío registro indica que un padre de familia arremetió contra 
Zoilaya Torres, la rectora de la institución pública La Magdalena. El centro educativo está ubicado en la zona céntrica de Barranquilla.

Lo más grave del asunto es que el episodio ocurrió el día de clausura estudiantil. Mientras los alumnos y acudientes recibían los boletines de calificaciones, este padre reclamaba airadamente por el cupo del menor, que según registra el diario El Heraldotenía un expediente por problemas disciplinarios.

El reclamo se transformó en agresión en pocos segundos. En esta ocasión, la docente no corrió con tanta suerte. Los golpes recibidos la dejaron con una incapacidad de 21 días avalada por Medicina Legal. Testigos del episodio afirman que el agresor no medió palabras con la rectora Torres y la golpeó en repetidas ocasiones. El brutal ataque dejó a la mujer con lesiones en el rostro y el oído izquierdo.

Los tres episodios son la punta de iceberg que debería preocupar a los nuevos mandatarios de la ciudad. Tanto Alejandro Char, alcalde electo de Barranquilla, como Eduardo Verano, gobernador electo de Atlántico, tendrán que tener entre sus prioridades la protección para el trabajo que desarrollan los docentes, sobre todo en zonas de bajos ingresos.

En la ciudad preocupan varios factores comunes. Las agresiones contra las docentes mujeres se repiten y son pocas las medidas de prevención que se están tomando. De acuerdo con cifras de la Secretaría de la Mujer, que hace parte de la Gobernación de Atlántico, 22 mujeres han sido asesinadas de forma violenta en lo que va del año en el departamento de Atlántico.